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Fase II de Recuperación del Palau-Castell de Betxí. Mención Premios COACV de Arquitectura 2019 en Intervenciones en Edificios Existentes.

El Jurado de la XIX Edición de los Premios de Arquitectura COACV 2019 ha concedido una Mención en la categoría de Intervenciones en Edificios Existentes a la Fase II de Recuperación del Palau-Castell de Betxí.

La singularidad de la intervención a plantear en el Palau-Castell de Betxí recae fundamentalmente en la experimentación de un modelo de gestión del bien patrimonial que debe debatirse entre la necesidad de proteger un monumento de gran calidad patrimonial y a la vez dar respuesta al entorno urbano ocupado parcialmente por la arquitectura residencial en continua transformación. Además, la recuperación del Palau-Castell debe implantar en el monumento usos de hoy en lugares de ayer de forma gradual y adaptada a un presupuesto muy ajustado acorde a una población de unos 6.000 habitantes.

Se trata también, de un edificio que simboliza el origen de la Comunidad de Betxí, donde el monumento se convierte en testigo de épocas pasadas haciéndonos entender la forma de vida de otro momento cultural, aportando datos relevantes en el estudio del patrimonio renacentista valenciano del que forma parte. Por ello, la intervención se apoya también en planes de participación ciudadana que permitan rescatar los recuerdos de aquellos que compartieron experiencias con el monumento, implementando así cada proyecto.

Milena Villalba

Criterio de intervención

Las actuaciones llevadas a cabo en el monumento se afrontan desde un criterio de intervención que sigue la idea del “non-finito”, del “no terminado”, planteando una consolidación de la materia que congele el deterioro de los elementos, evitando así la sensación de ruina y abandono que hay en el Palau-Castell. Al mismo tiempo introduce nuevos elementos que contrastan con los antiguos para resaltar la cualidad tectónica del edificio histórico.

A la hora de enfrentarse a una intervención patrimonial hay que tener en cuenta que se trata de edificaciones donde cada actuación debe responder a arquitecturas que todavía no están descubiertas y que encierran valores constructivos e históricos que pueden aportar datos interesantes en este campo de investigación. Además, su restauración, conservación y puesta en valor debe dar una lectura clara y didáctica al visitante para comprender mejor el monumento y hacerle partícipe de su historia. Por ello, se considera de vital importancia entender y tener presentes todas las “capas de historia” que han construido el monumento, siendo preciso por comenzar a situar en el lugar los datos históricos recogidos en la bibliografía existente, así como estudiar “in situ” la materia, el sistema constructivo y el estado de conservación de cada elemento para contrastar en el lugar la solución planteada en el proyecto. Así pues, deberán tenerse en cuenta los siguientes aspectos:

•Preservación del valor histórico y de autenticidad, considerando el edificio como un documento histórico de épocas pasadas.
•Conservación del valor cultural, de la identidad de una sociedad.
•Conservación del valor artístico, atendiendo a la composición y expresividad del monumento.
•Mantener el valor funcional y social, considerando el inmueble como un espacio de sociocultural culto para la Comunidad de Betxí.
•Hacer hincapié en la legibilidad de la intervención, distinguiendo lo existente de lo nuevo e integrándolo a la vez dentro del conjunto edificado.

LAS DEPENDENCIAS DEL PALACIO GÓTICO DEL SIGLO XV

Las dependencias conservadas del antiguo palacio gótico del XV se encuentran en el ala norte del edificio. En su planta baja todavía existen cuatro arcos diafragma de ladrillo y tres bóvedas tabicadas que en su día conformaban el semisótano del antiguo palacio gótico del XV. Se intervino repicando las bóvedas y los arcos existentes, revestidos con mortero de cemento, y se sustituyeron por mortero de cal. Las grietas y fisuras demostraron el derrumbamiento que sufrió el monumento en la esquina noreste del palacio, actualmente reconstruida en mampostería.

Una parte del entresuelo gótico se perdió con la construcción del cinematógrafo a principios del XX, por lo que se planteó recuperar este espacio con un forjado metálico revestido con pavimento de barro hecho con medios manuales que armonizara con el existente para evocar la sala gótica original.

El resto de las plantas se encontraban totalmente apuntaladas y en estado de ruina, debiéndose desmontar y sustituir los antiguos forjados de viguetas de madera y revoltón cerámico por viguetas metálicas que atirantaran los muros de tapia de mampostería para evitar su apertura.

El uso de estas salas se planteó para fines socioculturales, abriéndose al público de manera gradual. Por último, la cubierta realizada con viguetas, vigas y listones de madera cubiertos con rasillas y tejas árabes, se sustituyó por otra siguiendo el mismo sistema constructivo.

En las antiguas dependencias góticas, se ubica una amplia sala vinculada a la “sala de la bóveda”. En ella se podrán desarrollar proyecciones culturales y formativas (conferencias de Asociaciones Culturales de Betxí, talleres formativos docentes, etc…).

Milena Villalba

LA SALA DE LA BÓVEDA

Los trabajos arqueológicos de 2008 sacaron a la luz improntas que hacen referencia a una bóveda anterior. La bóveda de ladrillo a rosca construida “a la romana” con refuerzos de arcos fajones intermedios, presentaba serios problemas estructurales. Se plantearon tanto reconstrucciones puntuales como tirantes metálicos embebidos en una nueva capa de compresión.

Antes de la intervención existía un desnivel de 1,10 m desde el suelo del claustro renacentista y la sala de la bóveda, por lo que se creó una tarima-forjado compuesto por perfilería metálica y pavimento de barro manual para mejorar la accesibilidad de la planta baja del Palau-Castell. La tarima no apoya en las ruinas existentes y se separa de la preexistencia alojando en su perímetro la iluminación. Además, permite la ventilación natural de los muros y el espacio inferior alberga la maquinaria necesaria para la puesta en uso del espacio como cafetería y lugar de fomento de la creatividad artística y cultural de Betxí.

Los muros y la bóveda se dejaron descarnados y consolidados exaltando la cualidad tectónica del edificio en contraste con la estructura de acero de la tarima de planta baja y el entresuelo gótico.

La “sala de la bóveda” se destinará para uso sociocultural que albergará exposiciones temporales y eventos culturales. Además, la amplitud de este espacio permitirá alojar una cafetería vinculada a los actos que se celebren en el edificio.

Milena Villalba

VIVIENDA DECIMONÓNICA DE PASCUAL MENEU

Todavía se conservan elementos domésticos interesantes como las carpinterías, los pavimentos de baldosa hidráulica, las pinturas de las paredes y techos o la chimenea de la cocina de Meneu de principios del XX. En el proyecto de plantó recuperar el nivel del forjado de entresuelo, sustituyendo el existente por uno nuevo realizado en estructura metálica y pavimento similar al existente en la vivienda decimonónica. Estos espacios, transformados por Meneu en cocina y baños han permitido la instalación de un ascensor, de una escalera metálica, de unos baños públicos y de una cocina que dará servicio a los actos públicos que se celebren en el monumento. Además, una rasgadura lateral permite la entrada de luz natural a la planta baja y el entresuelo, poniendo en valor el muro de mampostería existente.

El resto de las estancias de planta baja de la vivienda de Pascual Meneu albergarán tanto programa administrativo como cultural, por lo que se les ha incorporado una red de instalaciones eléctricas adecuada alojada en una rasgadura perimetral. Esta separación permite también mejorar el nivel de humedad existente en los muros, donde la humedad por capilaridad alcanzaba hasta el forjado de techo.

La restauración de los revestimientos que decoran estas salas decimonónicas se plantearon desde el criterio de consolidación de la preexistencia y de hacer legible las etapas decorativas que existen, por lo que sólo se rellenaron las partes faltantes con piezas nuevas realizadas con las mismas técnicas constructivas o pictóricas que armonizaran con las preexistentes en una visión del conjunto del espacio, pero siendo fácilmente distinguibles al verlas al detalle.

BALUARTE SURESTE Y SU ENTORNO DE PROTECCIÓN

El baluarte sureste representa el último de los elementos defensivos que nos ha llegado en pie prácticamente en su totalidad. Actualmente, se encuentra unido a un cancel de fábrica de ladrillo y mampostería realizado de principios del siglo XX realizada por Pascual Meneu y que pretendía marcar el límite entre su propiedad y el espacio público. Este cancel representa también la identidad de una sociedad que todavía recuerda entrar al Palau de Betxí por este espacio a disfrutar de actos culturales como el cine de verano. Por ello, en la presente intervención se debe dialogar con elementos de dos épocas bien distintas pero que permanecen unidos en la historia del monumento, haciéndolos legibles ambos en la presente intervención.

La actuación en el baluarte consistió en:

– Puesta en valor del baluarte en su verdadera magnitud, creando un foso perimetral en función de los datos arqueológicos obtenidos.

– Dialogar con ambas fases históricas (la del siglo XVI y la del siglo XX), haciendo un trabajo de síntesis que favorezca su interpretación.

– Dotar de función al baluarte como mirador tanto hacia el patio interior como hacia el acceso a Betxí, consiguiendo un punto turístico interesante.

– Convertir el baluarte en un núcleo de comunicación entre tres espacios singulares con un uso social muy marcado, como son el teatro de planta primera, la sala de la bóveda y el Patiàs.

EL ANTIGUO HUERTO DEL PALACIO O PATIÀS

Vinculado a la acequia mayor, el patio posterior se erigía en el límite de la población de Betxí. En la propuesta se plantea devolver el carácter sociocultural que adquirió este espacio a principios del siglo XX. Para ello se reutilizarán los elementos característicos como la cancela de mampostería y ladrillo dentro de un proyecto paisajístico que recupere el espacio como parque cultural dentro de la población de Betxí, evocando el antiguo huerto que en otros tiempos fue.

Se consolidará la fachada de tapia de mampostería del XV que recae al Patiàs, siendo este muro el que mejor conserva su sistema constructivo, lo que aportará datos interesantes dentro del campo de la Arquitectura y la Construcción. Sin embargo, es el que presenta un desplome mayor (60 cm en su coronación) por lo que se atirantará al muro paralelo interior mediante el forjado de entresuelo gótico que se realizará y a la vez se coserán todas las grietas con varillas de fibra de vidrio y resina epoxi.

Abrir de nuevo el Patiàs al público como un espacio de fomento de la creatividad artística y la cultura supondrá volver a crear el vínculo que tenía la comunidad de Betxí con su pasado cultural, relacionándolo con proyectos culturales y formativos vinculados con la Universidad, la Administración y el Turismo.

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